Sobre Mi

Soy originario del Estado de México, de la ciudad de Nezahualcóyotl.
Provengo de una familia humilde, de clase trabajadora, y crecí en medio de muchas carencias económicas. Soy el segundo de cinco hermanos; mi madre (QEPD) fue originaria de Irapuato y mi padre de Nochistlán, Oaxaca.

Me gradué como Contador Público en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), y durante varios años desempeñé puestos de responsabilidad en empresas medianas y grandes, ocupando cargos de jefatura y gerencia.

Sin embargo, desde hace más de 15 años descubrí mi verdadera vocación: la hipnoterapia regresiva, reconstructiva y espiritual.
He realizado diversos estudios y diplomados en parapsicología, terapias de vidas pasadas, sanación energética, cuántica y espiritual, además de una formación autodidacta que me ha acompañado desde la infancia.

Desde pequeño me cautivaron los fenómenos paranormales y el misterio del poder de la mente. Pasaba horas leyendo sobre misticismo, parapsicología, magia y curación espiritual. Con el tiempo, esta pasión se transformó en un camino de servicio para ayudar a quienes la medicina tradicional no logra dar respuesta.

A lo largo de los años he acompañado a personas con enfermedades extrañas, dolores inexplicables y padecimientos que la ciencia médica no logra comprender ni curar. En muchos de esos casos, la raíz no es física sino espiritual, manifestándose en desequilibrios mentales, psicosomáticos y energéticos.

En mi experiencia he visto cómo energías, entidades de bajo astral o espíritus obsesivos se adhieren a la mente y al cuerpo de las personas, causando síntomas como estrés, insomnio, depresión, ansiedad, migrañas, bipolaridad, adicciones o incluso tendencias autodestructivas. Muchas veces son almas de familiares o conocidos que no han trascendido, que permanecen por apego, venganza o por compartir las emociones y vicios que tuvieron en vida.

También he presenciado fenómenos inexplicables en hogares: objetos que se mueven, luces que se encienden solas, aparatos que funcionan sin razón aparente, presencias o sombras que atemorizan a quienes habitan esos espacios. Estos hechos, más allá de ser solo “fantasmas”, son expresiones de un mundo espiritual real y tangible, un misterio profundo que escapa a la lógica científica, pero que revela los secretos de la creación de Dios.

En más de 15 años como terapeuta, he visto cómo, al liberar estas cargas espirituales, las personas sanan, recuperan la paz y renuevan su energía vital. Mi misión es precisamente esa: acompañar a cada ser humano en el viaje de regreso a su esencia, para que pueda sanar su mente, su cuerpo y su espíritu.

“Tu alma recuerda lo que tu mente ha olvidado…
y en ese recuerdo comienza la verdadera sanación.”